jueves, 24 de julio de 2014

LOS NUEVOS RELATOS DE LA POÉTICA CONTRA EL CAPITAL







LOS NUEVOS RELATOS DE LA POÉTICA CONTRA EL CAPITAL
Por José Carlos Vinasco
 Fuente: REVISTA juglar, año 2 número 2, Abril de 2014
En medio de la más espantosa crisis del capitalismo mundial, los artistas y las artes deambulan de un lado a otro, como agenciadores de los nuevos relatos, como voceros de los acontecimientos que irrumpen potentemente y preceden la historia.  Ese deambular ininterrumpido, ir de un lugar a otro, estar aquí y allá, es un intento creativo y libertario, de escapar de la esclavitud generada por el capital expandido  a escala mundial por la globalización que somete todo a su designio, que impone el pensamiento único y estrangula la potencia del arte en tanto aprisiona en sus infernales círculos sus productos para ponerlos tras las rejas del mercado mundial.
Sólo tienen valor, entiéndase bien, valor monetario,   los artistas y las artes que se configuran en el proceso de subsunción del trabajo en el capital, es decir, que se dejan capturar por el mando capitalista para cercenar, mellar o suprimir las potencias creadoras del arte y de los artistas y así encapsularlas dejándolas reducidas a sus formas mas tradicionales de concebirlas, los pequeños círculos, los anquilosados museos, las áreas culturales de los bancos, los auditorios, las salas oficiales de teatro, las capillas institucionales, los avinagrados grupúsculos literarios, las grotescas formas de relación contractual donde la excedencia es tan pírrica que hace imposible a los relatos artísticos hacerse parte de los procesos de liberación de la creatividad, excedencia que posibilitó el auge artístico como quizás ocurrió en la época del renacimiento italiano,  en contextos de crisis y de lucha de clases como aquellas que están operando de manera efectiva en la escena contemporánea.
En la Europa actual, donde una vez existió una luminosa ciudad llamada París y otrora al parecer una ciudad llamada Atenas, cuyos legados y memoria están a punto de desaparecer  porque devienen demasiado subversivas  frente al neoliberalismo actual, que no las soporta bajo ninguna condición, miles de actores son lanzados a la calle y con ellos innumerables músicos y artistas en general, víctimas de los recortes sociales y de los presupuestos destinados a la culturas y las artes, en especial, las escénicas,  es decir, que la manera de solventar la crisis del capitalismo contemporáneo cobra como una de sus principales víctimas, las artes y la cultura. 
Aquí se revela de manera clara, precisa y contundente la hostilidad del capitalismo al arte, pero además, la potencia de las artes contra el capital, inclusive mas allá del capitalismo, puesto que éste sistema sigue operando con sus símbolos de decadencia y muerte sobre la historia, quedando en claro que la verdadera naturaleza de la poética es la rebeldía, propiciada de manera incesante con sus relatos artísticos y con la potencia de sus actos creadores, verdadero poder constituyente, capaz de transitar por la sociedad de una manera diferente, de hacer parte de la multitud y de experimentar desde allí la irrupción de los nuevos relatos artísticos, invirtiendo el proceso de subsunción, creando resistencias, destruyendo la extensión de la fealdad generada por el Capital globalizado, que se hace evidente en el desencadenamiento de las guerras con las que se impone a la humanidad el libre mercado, los genocidios, las matanzas, las desapariciones forzadas, la tortura en las cárceles clandestinas, el terror generalizado, es decir, la presencia de todos los componentes de la acumulación  originaria descrita por Marx en el Capital, y su reproducción a gran escala,   y recuperando lo bello a partir de la incesante liberación de las fuerzas productivas del trabajo y de la potencia de cuerpos y mentes que obran en la historia, que fundan el acontecimiento, que inventan la palabra nueva y precisa. 
En Colombia, en particular nuestra región, no experimenta el lanzamiento masivo de actores a la calle ni de otra categoría de artistas, por la elemental razón que en este suelo, en esta tierra, nunca han tenido un trabajo estable y bien remunerado que pudiera llamarse digno.  Nuestros actores y artistas deambulan por Europa y Norteamérica como portadores de una poética que recorre el mundo, como hacedores de la ciudad futura que despunta como porvenir revolucionario, como inmigrantes que huyeron de las asfixiantes amarras impuestas por la maquinaria del estado y de sus partidos y de un sistema educativo subordinado al clericalismo mas abyecto, y de una tierra donde sus intelectuales abandonaron la tarea de crear un estado de cultura, dejándola en manos de la iglesia, en cuya base se encuentran todas las falencias de la vida nacional que involucra el desprecio absoluto por las artes y la cultura, que no pudieron tener en nuestra historia un destino autónomo e independiente en el marco de un estado nacional y un consecuente republicanismo democrático.
Los actores viven del rebúsque, aquí nunca hubo empleo para ellos, su trabajo artístico se forjó a golpe de sol y de agua, son la mas grande potencia creadora, vienen del pasado y se instalan en el futuro, traen la alegría de la palabra y de sus cuerpos, anuncian la ciudad futura, pueblan de poesía los espacios, generan nuevas condiciones, pintan las paredes, crean las consignas, agitan la vida cotidiana, no se encierran en los estrechos círculos, saltan, baila, danzan, colorean la vida, llevan el arte a sus espaldas y la actuación en sus rostros y en sus cuerpos, irrumpen en los frentes de lucha, aparecen con nuevas canciones, nuevos actos teatrales, sacuden el orden y la vida normal.  Saben perfectamente que no habrá solución a sus problemas, que no habrán puestos para ellos en las instituciones públicas, que no van a ser contratados como actores, músicos, muralistas o pintores salvo que obtengan la concesión dada por un gestor cultural que habrá de explotarlos y exprimirlos hasta sacarles la última gota de plusvalía.
La verdad es que prometí a mis compañeros de redacción escribir un artículo sobre William Shakespeare a quien conocí una brumosa noche Londinense hace ya algunos siglos, pero observando la realidad de los tenebrosos tiempos que vivimos, y el devenir trágico de los actores y artistas contemporáneos, decidí aguardar un poco y tal vez hasta el próximo número para contarles que este hombre no imaginó que el mercader de Venecia se iba a globalizar a tal punto que en estos tiempos dejaría de ser un veneciano para tomarse la economía mundial y que Ricardo III vive y se expresa a través de los Barak Obama, Nicolas Sarkozy, Rajoy, los Uribe, los Santos,  los que bombardearon Libia, y mataron inocentes en Irak, y que imponen su economía de mercado a sangre y fuego.  Y que además,  escribió contra el capitalismo pues a él le tocaron los inicios de la acumulación originaria y de los crímenes que se perpetraron para su expansión mundial.  Las obras de Shakespeare están volviendo a ser representadas, en Pereira, Mísero Próspero de José Sanchis Sinisterra, basado en La Tempestad, y ahora en Medellín, el grupo teatral Hora 25, con una versión de Hamlet y que se encuentra actualmente en temporada.
Esto no es gratuito, los relatos del pasado son de nuevo traídos al presente, el uno vive en el otro y lo repite siempre como tragedia y comedia al mismo tiempo, y los anhelos de transformación se han incorporado a la conciencia colectiva y hacen parte de la memoria histórica de la humanidad. imuestra que la tragedia propia de la condición (in) humana es en realidad de todos los tiempos de acuerdo a las circunstancias creadas por los hombres hacedores de la historia. Los relatos artísticos vuelven a representarse aún modificados porque ellos dicen a los hombres del futuro cual ha de ser su porvenir y lo que deben hacer para evitar el drama.a que hoy se nos arrastra, evitar la desaparición de la vida humana y la destrucción del planeta por el capitalismno depredador y la amenaza de su devastación nuclear.