Por: José Carlos Vinasco
YO
NO QUIERO SALIR AL PATIO
Yo no quiero salir al patio,
seco y muerto, en el atardecer.
El gato se esconde entre las azaleas,
no iré tras el, porque me duele
la rodilla izquierda adolescente.
En medio de las
viejas paredes,
permanezco sentado,
el reloj
despertador
suena a las cuatro,
en el más oscuro
rincón de la casa.
El tiempo sale como polvo
de la ajada cortina,
y afuera el olor a tabaco de la fábrica.
Los años son un espejismo,
el color de las paredes, un sucio recuerdo.
El árbol de limón sobrevive a los fantasmas
y la tierra se hunde sacando a la superficie
las raíces más profundas y sabias de la noche.
22-12- 2014 Pereira
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